Hace unos días recibimos una llamada de un compañero que estaba confinado por la pandemia mundial del COVID-19. De hecho, así es como estamos la mayoría de personas en muchos países del mundo para contener la propagación del virus.

Esta enfermedad vírica está provocando grandes cambios en la forma de funcionar de todas las personas en el mundo. Afecta directamente a la comunidad sanitaria, económica, productiva, gubernamental y en todos los ámbitos de nuestras vidas. Afecta y afectará absolutamente a todo, más temprano o más tarde, directa o indirectamente, pero nos afectará a todos. Lo curioso del caso es que ha generado una incertidumbre mayúscula.
Habrá gente que lo tomará a broma (la minoría espero), pero quien lo tomamos en serio y con preocupación estamos espectantes en que la pandemia corrija y se reduzca. Pero el lastre que acompañará esta cuestión globalizada no hay nadie que pueda baremar las consecuencias de la misma. Es imposible e imprevisible.
Pero lo que hoy nos ocupa es la pregunta directa que nos hizo el compañero, y es la siguiente:
-¿Y ahora qué hago tantas horas encerrado en casa?
Y yo le dije:
-¿Qué quieres decir, respecto a operar los mercados en casa confinado o qué harás con las personas que viven en tu casa con las convivirás todo el día?
No pudo responder a ninguna de las dos opciones.
Es normal, de hecho eso mismo nos hemos custionado todos o casi todos. Es decir, ante tales circunstancias nos invade una duda mayúscula: ¿Y ahora qué?
Vamos por partes. Confinamiento significa acción de cerrarse o encerrarse en un espacio determinado. Hasta aquí correcto, sabemos que debemos quedarnos en casa y por un motivo obvio: la no propagación de los contagios del virus.
Pero la segunda parte de la ecuación es ¿hasta cuándo?. Pues tampoco tenemos ni idea.
Aquí es cuando surgen más las dudas y la incertidumbre. Sabemos que tenemos que estar en casa encerrados pero no hasta cuando, eso nos rompe nuestro esquema mental, desencaja nuestra habitualidad y nos desespera.
Y te preguntarás ¿qué me está contando este y qué tiene que ver con el trading?
Pues verás, tiene que ver y mucho. El mercado y los índices bursátiles se han derrumbado en las últimas semanas, para abajo, siguen para abajo y un poco hacia arriba, para abajo de nuevo y así sucesivamente. El mercado es sensible y lo sabemos, pero ¿es el COVID 19 el culpable?. A mi entender no, pero el sinsentido del comportamiento del mercado sí lo es. Lo que ha hecho el COVID19 es poner incertidumbre y se ha aprovechado como la excusa perfecta para balancear lo que llevaba meses gestándose. Quizás estéis en desacuerdo, pero sabiendo cómo funciona la psicología y el comportamiento de las masas, me atrevo a hacer esa afirmación. Ha sido la excusa perfecta y además con afectación global a todos los mercados bursátiles del mundo.
Claro que hay similitud entre lo que nos pasa a cada uno de nosotros/as y lo que ha pasado. Queremos saber lo que va a pasar y que no hayan espacios de incertidumbre. Por eso nos aferramos a lo que dirán las noticias, los políticos de turno haciendo ruedas de prensa para explicar la evolución de la pandemia. Y está muy bien, yo solo lo pongo también en cuarentena y si todo aquello que nos dicen es lo cierto. Yo comfirmo que no. Me vuelvo a meter en el ajo y sigo haciendo crecer las dudas.
La incertidumbre que tenía el compañero trader sobre qué hacer con las operaciones o con su familia en casa es similar a la que ha tenido el mercado. Él no sabe qué va a hacer con su familia, cómo va a dedicar su tiempo en casa encerrado por semanas o meses con los suyos, no sabe si operar o no, si el mercado está para operarlo o no.
Claro, como todos o casi todos, pero la vida sigue y seguirá. De una forma distinta, por supuesto, pero seguirá. No sabemos que pasará, pero algo pasará, ¿verdad?
Cuando acecha la incertidumbre nuestra mente divaga de forma significativa; busca certezas, pero se desespera al no encontrarlas. Ese estado le provoca ansiedad, estrés, miedo, preocupación, desconfianza…
Es cuando la mente utiliza sus recursos y lucha porque no la controlen, evita la situación y no sabe qué hacer, o quizás se bloquee o paralice porque está superada.
Nuestro ego se apresura a protegernos de una manera u otra. Pero es el momento de poner calma, de no precipitarse y de escucharnos más a nosotros mismos. En definitiva, de crecer como personas tomando conciencia de lo que está pasando. Como personas, pero también como traders.
Lo que está pasando es histórico, de verdad. Pues toca “estudiarlo”, es una oportunidad única.
Prefiero pensar que la situación es una experiencia para todos y que debemos aprender de lo que está sucediendo en los mercados y en la sociedad. Eso sí, hay que protegerse y hacer caso a la autoridades sanitarias en cuanto a los consejos y a las precauciones. Todas son pocas al parecer. Hay que minimizar al máximo la posibilidad de contagio o de propagación. Haciendo el símil al trading, eso sería como un “stop de protección” para limitar las pérdidas.
Es momento de hacer un parón en el camino en unas semanas o meses para seguir avanzando, porque la vida seguirá, eso seguro. Prefiero pensar que algo cambiará, y espero que a mejor. Dependerá de cada uno sobre qué hacer y en qué mejorarse a nivel personal: tú eliges.
Eso mismo le dije al compañero trader que nos consultó. Le dije que lo mejor sería ocuparse de su familia (tiene dos hijos) y disfrutarla aun más. También hacer cosas aparcadas siempre por falta de tiempo. Volvemos al factor tiempo.
En cualquier caso, mi único objetivo es animar a tener paciencia y gestionar adecuadamente la incertidumbre y aprovecharnos de que es nuestro ego quien busca ocuparla con certezas, cuando eso es imposible ahora mismo. Saber cuándo y cómo es una tarea compleja de resolver, pero deberías centrarte en tomar conciencia de lo que sucede. Mucho ánimo estos días, paciencia infinita y a seguir creciendo como traders y como personas.
Jordi Grau @grautrader